Lehendakaritza

44.- Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020

IDENTIFICACIÓN

Objetivos

El interés en la I+D+i biomédica y sanitaria es prácticamente universal, por su contribución directa al desarrollo económico y porque también existe una relación directa entre la salud de la población y su grado de desarrollo. Ese doble interés es responsable de que en las últimas décadas todos los países desarrollados y los que aspiran a mejorar sus condiciones de vida estén dedicando crecientes recursos y estableciendo políticas específicas de promoción a este respecto.

La I+D en salud genera nuevo conocimiento, respondiendo a preguntas sobre el funcionamiento de los organismos, que eventualmente desemboca en el desarrollo de nuevos productos, procesos o servicios para prevenir, diagnosticar, monitorizar, tratar y/o cuidar mejor a los pacientes, o de estrategias para la promoción de la salud. El desarrollo de esas innovaciones por parte del tejido empresarial, en conexión con agentes científico-tecnológicos y el sistema sanitario, supone una contribución a la creación de empleo, riqueza y desarrollo socioeconómico del entorno en el que se produce. Es el impacto principal que persiguen iniciativas como la estrategia RIS3 Euskadi y que requieren de actuaciones transversales e interinstitucionales. Pero además, obviamente las actividades de investigación e innovación en salud, sus resultados e impacto, tienen una importancia instrumental para el sistema sanitario, porque:

  • contribuyen a la mejora de la salud de las personas gracias al desarrollo de nuevos productos, procesos o servicios pero también, porque la integración y la aplicación a la práctica clínica del conocimiento generado, la investigación en servicios sanitarios e implementación o la innovación organizativa, redundan en una mayor calidad y un mejor cuidado que los sistemas sanitarios pueden ofrecer a las personas.
  • mejoran el funcionamiento del sistema sanitario, y la innovación en particular, puede contribuir a su competitividad y sostenibilidad, ayudando a la continua transformación y adaptación del sistema que le permita seguir cumpliendo con su finalidad de atender a las personas, respondiendo a la evolución de esa sociedad en la que el sistema está inserto.

El sistema sanitario público vasco ha desarrollado actividades de investigación e innovación desde su creación. Hace dos décadas se inició un proceso de estructuración con la creación de las Unidades de Investigación y posteriormente (2002), con la creación de la Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitarias (BIOEF), que ha permitido un avance notable en la investigación, y más recientemente en la innovación, del sistema sanitario público.

El foco en ese periodo anterior se centró en la mejora de la gestión y en el crecimiento en la actividad investigadora e innovadora: en personas, proyectos, financiación y resultados. Los datos demuestran estos avances (publicaciones, propiedad intelectual, etc.), posibilitados por una gestión integral para las actividades de investigación. Por su parte, la innovación ha estado centrada en la mejora de los servicios sanitarios, entre otros a través de proyectos de innovación organizativa.

Tras esa etapa de estructuración y apoyo, y a pesar de la mayor eficiencia con la que se están realizando las actividades de I+D+i en el sistema sanitario en los últimos años, los datos parecen apuntar la necesidad de realizar un salto cualitativo hacia una nueva etapa de consolidación, liderazgo y orientación estratégica de las actividades de investigación e innovación que mejore el impacto que actualmente consiguen, impacto que no refleja el potencial y las capacidades existentes.

Por todo ello, potenciar la investigación y la innovación en salud constituye una de las prioridades del Departamento de Salud. Así se refleja en las Líneas Estratégicas del Departamento de Salud donde se constituye una línea estratégica en materia de investigación e innovación en salud. Esta misma línea estratégica se repite y despliega en Osakidetza-Servicio vasco de salud. Las actividades de investigación e innovación también se recogen en las Líneas Estratégicas del Consejo Vasco de Atención Sociosanitaria y en el Plan de Salud 2013-2020 (principal instrumento de planificación sanitaria), lo que en conjunto determina el marco estratégico en materia sanitaria.Pero además, el sistema sanitario es un elemento esencial para el desarrollo de la Estrategia RIS3 Euskadi, que ha identificado al binomio biociencias-salud como una de las tres áreas prioritarias.

Se ha considerado que la elaboración de una estrategia es la mejor manera de impulsar la actividad de I+D+i sanitaria y de articular la contribución del sistema sanitario al desarrollo del área biociencias-salud. Dicha estrategia se denomina Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020.

La misión de la Estrategia resume los dos objetivos o metas principales: “Contribuir a consolidar el desarrollo del área de biociencias-salud en el País Vasco, institucionalizando las actividades de I+D+i en el sistema sanitario y facilitando las interacciones con las empresas y otros agentes, para mejorar los resultados en salud y la generación de valor”.

El desarrollo fructífero de la Estrategia conducirá a la visión deseada para 2020: “Un sistema de salud reconocido por sus actividades de investigación e innovación, y por su capacidad de trasladar sus resultados a la mejora de la salud de las personas, al mejor desempeño del propio sistema y a la generación de riqueza y empleo, en colaboración con el tejido empresarial”.

Departamento

Salud

Compromiso temporal

Se ha establecido el periodo temporal hasta 2020 como plazo previsto para la ejecución de la Estrategia de Investigación e Innovación en Salud, el mismo que el Plan de Salud y que el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI 2020). El desarrollo de la Estrategia será gradual, de acuerdo con planes anuales de implementación.

Actividades a desarrollar y medios

La Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020 persigue cuatro Objetivos Estratégicos:

  1. Aumentar el impacto de las actividades de I+D+i, orientadas a la mejora de la salud de la ciudadanía y la contribución a la generación de riqueza.
  2. Avanzar en la integración de la actividad investigadora e innovadora con la labor asistencial y docente.
  3. Estimular la realización de actividades de investigación e innovación por parte de las y los profesionales del sistema sanitario y avanzar en la implicación de pacientes y ciudadanía.
  4. Mejorar la financiación de la investigación e innovación en salud, con recursos tanto internos como externos.

Cada Objetivo Estratégico se acompaña de un número de Objetivos operativos o parciales, y las líneas de actuación que tratan de responder a los objetivos se estructuran en cuatro Ejes Estratégicos denominados respectivamente: Impacto, Integración, Personas, y Recursos.

OBJETIVO 1

  • 1-1: Desarrollar procesos de evaluación (exante y expost) de la investigación e innovación, adaptado a cada tipo de investigación/innovación y al enfoque traslacional, orientado a las necesidades del sistema sanitario.
  • 1-2: Favorecer la prospectiva y adecuar la evaluación de tecnologías y procedimientos sanitarios a las necesidades del sistema sanitario, mejorando su utilización para la toma de decisiones y ejecución de las mismas.
  • 1-3: Facilitar la valorización de los resultados de la actividad de I+D+i del sistema sanitario, impulsando su implantación y/o transferencia.
  • 1-4: Aumentar la colaboración con empresas y agentes científico-tecnológicos, convirtiendo al sistema sanitario en un socio de referencia.
  • 1-5: Impulsar el desarrollo de innovaciones, con el sistema sanitario como elemento tractor.
  • 1-6: Definir apuestas comunes relacionadas con investigación e innovación en el marco de la Estrategia RIS3.

OBJETIVO 2

  • 2-1: Desarrollar agendas de investigación e innovación alrededor de las principales necesidades y capacidades del sistema.
  • 2-2: Mejorar el modelo de planificación, gestión y gobernanza de la investigación y la innovación con una visión sistémica e integrada.
  • 2-3: Mejorar el aprovechamiento de los sistemas de información y la utilización de datos de fuentes diferentes.
  • 2-4: Adaptar el marco normativo y jurídico para integrar la I+D+i en el sistema.
  • 2-5: Avanzar hacia un sistema abierto, conectado e internacionalizado.

OBJETIVO 3

  • 3-1: Incrementar el reconocimiento de las actividades de I+D+i y facilitar el desarrollo de itinerarios profesionales.
  • 3-2: Incrementar la capacitación en materia de investigación e innovación de las personas que se incorporan al sistema sanitario, así como la formación continuada.
  • 3-3: Mejorar el apoyo que recibe la comunidad investigadora e innovadora, tanto a nivel metodológico/técnico como a nivel administrativo.
  • 3-4: Avanzar en la implicación de la ciudadanía y pacientes como copartícipes y orientadores en las distintas fases del proceso de I+D+i.

OBJETIVO 4

  • 4-1: Proporcionar una financiación basal estable de los equipos de investigación y de apoyo especializado.
  • 4-2: Promover el carácter finalista de los recursos internos dedicados a la I+D+i.
  • 4-3: Revisar la financiación directa de proyectos de investigación e innovación por parte del Departamento de Salud y reorientar hacia necesidades del sistema.
  • 4-4: Incrementar el volumen de financiación privada para actividades de I+D+i.
EVALUACIÓN

Fórmulas de seguimiento y evaluación

La Estrategia nace para ser un instrumento práctico, vivo y actualizable, con un compromiso de seguimiento a través de indicadores de ejecución, actividad e impacto para:

  • la monitorización del despliegue, que informa del cumplimiento de las actuaciones previstas y del avance de los objetivos establecidos.
  • la evaluación de los resultados obtenidos a través de la ejecución de la estrategia.

El despliegue de la Estrategia es gradual y está basado en planes de implementación anual, alineados con las directrices establecidas para cada eje estratégico. La monitorización del despliegue seguirá una metodología sencilla que registrará el lanzamiento o inicio, progreso y finalización en su caso, de la totalidad de iniciativas identificadas en el plan de implementación. A término, se obtendrá un listado de las actuaciones realizadas, con su correspondiente indicador de progreso.

Asimismo, la Estrategia se ha dotado de un cuadro de indicadores principales desarrollados en asociación con cada eje o dirección estratégica para medir o evaluar los resultados que se van obteniendo en paralelo a la implantación de las distintas acciones. Los sistemas de información disponibles actualmente permiten la medición de muchos de estos indicadores, aunque para capturar el impacto global de las actuaciones y de la transformación del escenario, será necesario desarrollar nueva métrica.

La sistemática de monitorización seguirá las siguientes pautas:

  • Anualmente se realizará un seguimiento del grado de cumplimiento de las diferentes actuaciones previstas, así como de los resultados, que serán evaluados conforme a los indicadores establecidos.
  • A mitad del periodo de la Estrategia (año 2018), se realizará una revisión intermedia. Los cambios en el propio sistema sanitario, en el ritmo de integración de la I+D+i en dicho sistema y la evolución del entorno, pueden llevar a reformular las líneas propuestas en la Estrategia o a introducir nuevas líneas y actuaciones.
  • En el momento de cierre se evaluará el cumplimiento global de la Estrategia, de manera que contribuya a la planificación el siguiente periodo.

La gobernanza y el despliegue de la Estrategia será responsabilidad última del Departamento de Salud  (apoyado por la Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitarias BIOEF) pero tiene un carácter multinivel, más allá del propio sistema sanitario, y se relaciona asimismo con el Grupo de Pilotaje de RIS3 biociencias-salud para las actuaciones multisectoriales y su seguimiento.

Evaluaciones intermedias

Fecha de evaluación: 30/06/2019

Evaluación ex-post

Fecha de evaluación: 30/06/2021
Fecha de la ultima modificación: 11/04/2016